- adquisición de los bienes materiales básicos necesarios para una vida digna: alimentación, abrigo, vivienda, sanidad y cultura.
- acceso a los métodos y medios para producir la parte correspondiente de lo anterior. O sea, trabajo digno y en su justa medida.
En estos momentos, donde existen mayor número de posibilidades, ya que ellos se reservan el mayor número de puertas abiertas posibles, es en la creación de empresas. Han establecido tal número de modalidades, confiando en el desconocimiento de la mayoría, que han dejado un sin fin de huecos y posibilidades, que se pueden utilizar con uno u otro fin.
Utilicémoslas para nuestros fines. En silencio, sin alborotos ni estridencias. Al margen de ellos.
Supongamos que somos capaces de ponernos de acuerdo tan solo mil personas en obtener un determinado producto. Detergente para la lavadora, jabón para las manos o cuerpo, patatas, una prenda de vestir, o el servicio médico ambulatorio, o escuela para nuestros hijos o para nosotros.
Supongamos, también, que esas mil personas somos capaces de ponernos de acuerdo en cuales son los requisitos mínimos que ha de cumplir dicho producto. Calidad, ecologismo, procedencia de materias primas, etiquetado e información de los componentes, etc., etc. Eso que se reclama insistentemente desde organizaciones de consumidores y otras organizaciones.
¿Qué es lo que nos impide tenerlo? ¿Un desembolso inicial de entre 20 y 200 € y el pago de una pequeña cuota de ... ¿10 €? ... al mes?
Analicemos esto un poco detenidamente.
Con un deposito inicial, pongamos de 150€ por mil personas supone 150.000 € (30 millones de las antiguas pesetinas). ¿Cuántas PYMES se montan con este capital? Es más, hasta hace pocos años, y si la memoria no me engaña, eran solo 20 millones -120.000€ - para constituir una sociedad anónima.
Con una cuota mensual de 10€ tendríamos 10.000€. Lo que supone varios sueldos y los gastos corrientes no proporcionales de la producción de un sin fin de artículos de primera necesidad. O simplemente, en un principio, de una central de compras al por mayor.
¿Que es lo que obtendríamos de esto?
- Acceder a productos de primera necesidad a precio de coste.
- Calidad controlada.
- Creación trabajo digno para una serie de personas.
- Sin beneficios.
- Sin impuestos.
- Sin intereses bancarios.
- Sin estrés de producción ya que no hay incertidumbre de mercado.
- Sin costes intermediarios.
- Sin publicidad.
Pero lo más importante de esto es que para lo anterior solo he contado con mil personas. Os dejo a vosotros los cálculos con otras cantidades.
Evidentemente, las cantidades exactas de desembolso inicial y cuota, así como el número mínimo de personas para empezar depende en gran medida del producto o iniciales.
Aquí lo difícil no son los cálculos, ni los mecanismos a establecer para garantizar el funcionamiento, ni la constitución de la sociedad, cooperativa o la fórmula adecuada. Lo difícil es hacer que los dos "supongamos" con los que empecé se conviertan en realidad. Que nos pongamos de acuerdo.
Después, existen métodos y herramientas para casi todo. O ¿creéis que existen muchos presidentes de grandes o medianas empresas que tengan mucha idea de cómo se fabrica lo que fabrican sus empresas? Para eso está la gente contratada, los profesionales, cualquiera de nosotros.
Tenemos los medios. Tenemos el poder. Tenemos el conocimiento. Solo nos falta la decisión.
Espero impaciente vuestros comentarios.
1 comentario:
yo doy mi apoyo pero vivo en burgos
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